Historia del Departamento de Ingeniería Eléctrica USM

HISTORIA

El Departamento complementa lo establecido con la siguiente declaración:

Queremos un Departamento siempre mirando al futuro y apelando a la excelencia en cada una de las actividades referidas a su quehacer, estableciendo un compromiso de realizar docencia; investigación, innovación y desarrollo; vinculación con el medio y gestión, con altos niveles de calidad. Contribuyendo con la sociedad, a través de un trabajo de excelencia, en la formación de profesionales y creación de nuevo conocimiento, abordando los problemas del desarrollo sustentable, y asumiendo protagonismo en el terreno social, cultural y económico.

Historia DIE

Desde de la creación de la Fundación Federico Santa María, la Ingeniería Eléctrica ha estado entre las principales áreas en que se investiga y forman profesionales en nuestra casa de estudios.

En sus inicios, la primera etapa para quienes ingresaban a nuestra institución era la Escuela Preparatoria Superior, a la cual podían postular los alumnos que habían terminado satisfactoriamente el 4° año de humanidades. Los alumnos que aprobaban el primer año de esta escuela iban a la industria a realizar un año de práctica industrial. Posteriormente podían continuar estudios en la Escuela Técnica Superior.

Junto con la transformación de la Fundación en Universidad, en 1935, se crearon los tres primeros cursos de ingeniería, entre ellos Electrotecnia, que iniciaron sus actividades en 1937. Los mejores alumnos de la Escuela Técnica Superior podían continuar un programa de tres años de duración al final del cual se recibían de Ingenieros, completando así seis años de formación para obtener este título profesional.

Señor Homero Cápone Ingeniero Electricista UTFSM, 1939, Primer Ingeniero titulado de la Universidad

Señor Homero Cápone Ingeniero Electricista UTFSM, 1939, Primer Ingeniero titulado de la Universidad

En 1939 se titula la primera promoción de Ingenieros Electricistas. Entre ellos figura Don Homero Cápona, quién fuera además el primer ingeniero titulado de la UTFSM. Años más tarde, en 1944, se establece formalmente la Facultad de Electrotecnia, encargada de impartir las carreras de Ingeniería Eléctrica junto con la de Técnico Electricista.

En esa época, las carreras de ingeniería de la UTFSM se estructuraban en programas anuales con asignaturas obligatorias. Los planes de ingeniería eléctrica comprendían asignaturas científicas, de ciencias de ingeniería, tecnológicas, de humanidades, deportivas y las específicas de la especialidad. La formación teórica se complementaba con muchas horas de talleres y laboratorios que contribuían a formar un ingeniero cabal para los diversos ámbitos de la profesión, de acuerdo a la realidad industrial nacional de aquella época.

El esfuerzo desplegado en torno a la actividad docente le significó a la UTFSM un gran reconocimiento mundial, puesto que años después fue designada, por el Área Educacional de la Organización de los Estados Americanos (OEA), “Centro Internacional de Excelencia en la Enseñanza de la Ingeniería”, en las especialidades de Electricidad, Electrónica y Química, rango que ostenta un reducido grupo de universidades de habla hispana.

En la década del 60, por un proceso de reforma a nivel nacional, las carreras de Ingeniería Eléctrica y la de Técnico Electricista pasaron a denominarse, respectivamente, Ingeniería Civil Eléctrica e Ingeniería de Ejecución Eléctrica.

Con el paso del tiempo los programas curriculares fueron cambiando de acuerdo con la evolución de la tecnología y de la realidad industrial del país, primero en forma menor, eliminando horas de taller e incorporando más asignaturas teóricas y de laboratorio. Más tarde, el plan de carrera otorgó la posibilidad de avanzar en él aprobando asignaturas y no años completos, como era la práctica hasta los años 60. Así, en los comienzos de los años 70 los planes variaron considerablemente y el régimen de estudio se transformó en un sistema curricular flexible.

Hasta ese entonces el quehacer de la facultad se había centrado principalmente en la docencia, quedando de manifiesto solo en las memorias de título y algunas asesorías industriales, los esfuerzos de investigación y asistencia técnica, respectivamente. Es en la década del 70 que la facultad inicia el desarrollo de la investigación y junto con ello los primeros programas de Magíster en Ingeniería Eléctrica, asumiendo así un nuevo rol que convive con la docencia hasta la actualidad.

Como consecuencia de las circunstancias que vivió el país a partir de 1973, se abandona el régimen curricular flexible de los primeros años de la década del 70, optándose por un régimen de estudio semiflexible.

En 1982, la Rectoría Delegada realiza una reestructuración de la organización académica producto de la cual desaparece la Facultad de Electrotecnia, y se divide en el Departamento de Electricidad y el Departamento de Electrónica, de esta forma el Departamento de Electricidad se enfoca en la ingeniería eléctrica de potencia. Con esto, la actividad de investigación muestra algún grado de consolidación y se aprecia un fortalecimiento en las actividades de extensión académica.

El Departamento de Electricidad mantuvo por muchos años las carreras de Ingeniería Civil Eléctrica (seis años) e Ingeniería de Ejecución Eléctrica (cuatro años). En el año 2000 se creó la carrera de Ingeniería Eléctrica (cinco años) y se cerró la admisión a la carrera de Ingeniería de Ejecución Eléctrica, que se clausuraría definitivamente en el año 2003.

Con la intención de tener una imagen externa más representativa de su identidad, en 2009, el Departamento de Electricidad pasa a denominarse Departamento de Ingeniería Eléctrica (DIE). En marzo de dicho año el DIE comienza a impartir la carrera de Ingeniería Civil Eléctrica en el Campus San Joaquín, extendiendo sus labores con nuevos recursos ahora en Santiago.

Hoy día, algunos académicos del departamento participan en proyectos de investigación internos, dependientes de la Dirección General de Investigación y Postgrado, como también en Proyectos FONDEF. Del mismo modo ha crecido fuertemente la actividad de extensión académica tanto a nivel de asesorías industriales y asistencia técnica como de servicios de laboratorio y capacitación. En la actualidad, estas labores académico-docentes del departamento, son desempeñadas por un cuerpo de académicos de jornada completa y profesores de jornada parcial.